lunes, septiembre 21

Los Duraznos en junio

Ajado como el tiempo ido, corazón de calabaza rota que se empeña cantar una canción que no es, como no son el sol de noche ni los duraznos en junio.
La canción cuando no quiere nacer sale con los cabellos alborotados desde la raíz, los usos comunes hechos jirones, trastocados sus toquios y quebradas las voces de su osamenta.
Hoy los píes de estos días se niegan a dar mas pasos si no hay un rumbo directo al astro rey, las rutas trazadas por otros sirven como referencia de lo que no hay que ser, de la estela que no hay que seguir.
Exhalación de otras bocas, un suspiro y un camino ajeno son revelados.
Palpito sin fe, la intención vacía y sin fondo.
Lápiz que borra; lo que ayer escribió con la mirada
Cierro los ojos de la memoria presente y juego a ser eterno como la esencia que habita en todos; me alejo para llegar.
Me pierdo para encontrarme.

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