Ruta

Un viaje en silencio y las determinaciones que afloran a pura decisión, a pura fuerza.
El corazón y su silencio que nunca canta en vano, que nunca se hace fantasma de días tristes si no síntesis de mares celestes, de verdades incontestables, imbatibles, injusticables a Dios gracias.
Y a propósito de Díos, escribamos a dos manos un cantares con las gotitas de lluvia que anidaron en tu media cara, en la ventana de aquella foto, en las evocaciones de tus ojos de lago transparente, tu mitad retratada, seguida de su contraparte que esta grabada en mi corazón de estrella viajera que solo se hace sedentaria de tus aguas, de tu tierra mojada, que es la única Humedad que le descongela los huesos a este corazón de siglos y siglos de vivir.
Niña estrella, Lucero de todas mis astro rutas Deja que mis manos de leña abrasen tu corazón con este fuego, que es de a dos.
Niña estrella, lucero de mi bondad, irrepetible arrebol del mundo, ven y olvida la noche, susúrrame al oído, cantame con los ojos el dibujo plateado de mis letras, hazle un nudo a la vendimia de los tristes y besa esta sonrisa que te recibe desde el sol.